Los cristianos estamos llamados de manera primordial al amor al prójimo y debemos cuidar más a los más débiles.
El modelo de cuidado es el del buen samaritano: lo cura con sus manos, lo acompaña y lo protege. Le regala su tiempo. Jesús mismo muestra este estilo propio de los cristianos en el cuidado a los que sufren. El cuidado y la curación de los enfermos es parte indispensable de su cuidado pastoral. Además de curar, Jesús acompaña, se compadece.
Estos miércoles del Tiempo de Cuaresma os ofrecemos de 18’00 a 19’00h una serie de testimonios formativos por parte de quienes más cerca están de los enfermos:
– 21 de febrero «Acompañar en el sufrimiento», impartida por el Sr Párroco.
-28 de febrero «La experiencia del hospital», impartida por un Capellán de hospital. –
-13 de marzo «Acompañándo desde la alegría, por Macarena Laguía.
-20 de marzo, el delegado episcopal de enfermos y mayores, nos hablará de esa opción parroquial.
Frente a la cultura de la muerte, desarrollemos la civilización del amor. Ningún ser humano sobra, todos somos creaturas a imagen y semejanza del Creador, por eso es tan necesario seguir con Su obra y el acompañamiento en la etapa de la vida terrena.