Nada nos produce más orgullo que ser católicos, por eso mostramos, amamos y defendemos nuestra religión.
Contribuímos al sostenimiento con nuestra oración, voluntariado y donativo económico. Y, como siempre, los españoles evangelizamos a tiempo y a destiempo. ¡Sé generoso!
Mostramos públicamente nuestra fe católica y pedimos respeto para ella.